domingo, 19 de enero de 2014

LA VIVIENDA

Sin duda alguna uno de los desafíos más complicados al llegar a Inglaterra es el de la vivienda. Aquí es muy caro, tremendamente caro si tenemos que empezar de cero, o sea, teniendo que trabajar en puestos para personas que, como yo, no dominan el inglés y que no tienen una cualificación demasiado alta. 
Para que os hagais a la idea. En Londres se pagan de 400 a 500 Libras (de 420 a 550 Euros) por una habitación que bien puede ser en un piso o casa que compartes con los propietarios o con otros inquilinos, compartiendo baño, cocina, sala de estar (si la hay). Te encuentras auténticas pocilgas realmente deprimentes. En Cambridge, que no es una ciudad muy grande, pero que tiene muchísimos estudiantes la cosa e parecida y resulta difícil encontrar algo por menos de 400 Libras. Y estamos hablando de habitaciones individuales, muchas veces pequeñísimas y frecuentemente en mal estado, ya que mucha gente vive de esos desorbitados alquileres para estudiantes e inmigrantes que no tienen otra opción y que de ningún modo pueden acceder a una vivienda individual (apartamento, piso o casa). Y claro desalmados y usureros los hay por todos los sitios, no es una exclusividad de España, ni mucho menos. 
Donde yo vivo, un pueblito de unos 30.000 habitantes, la cosa es más asequible, pero tampoco es barato que digamos, sobre todo teniendo en cuenta que cuando uno empieza a currar aquí de cualquier manera no se llega ni a "mil librista". Se podría encontrar por 250 a 300 para una sola persona. Si es una pareja es prácticamente imposible dar con algo por menos de 400 Libras al mes. Eso sí, suelen ir incluidas las "bills" (las facturas) del agua, luz, gas e internet. 


En los pueblos es más habitual compartir la casa con los propietarios y claro eso puede ser un problema o una ventaja enormes, depende de como funcione la química entre inquilino y casero. La verdad es que yo no me puedo quejar en absoluto, he sido muy afortunado. Primero porque lo más difícil del la llegada, cuando no tienes nada de nada me echaron una buena mano unos amigos y ahora he dado con una familia magnífica que me trata como a un hijo más en un hogar muy confortable.

El siguiente paso, que sería vivir uno por su cuenta, conlleva inexorablemente contar con unos buenos  y regulares ingresos que te permitan afrontar el alquiler de un piso, apartamento o casa para uno mismo, pero ya estamos hablando de 400 a 600 Libras para los apartamentos y 700 a 1.000 Libras para una casa dependiendo del sitio donde la encuentres, el nivel de la vivienda y el estado de la misma. Pero eso no es todo, ahora tienes que hacerte cargo tú de las facturas de agua, luz, gas e internet, que siendo más baratas que en España, no bajan de las 150 a 300 Libras mensuales en total. Pero es que además hay que añadir a esto el pago de tasas municipales que aquí esto si que es caro, pues en concepto de recogida de basuras, policías, bomberos y resto de servicios públicos pagas entre 100 y 150 Libras ¡mensuales! por lo que lo de la vivienda para ti solo se te pone cerca de las 1.000 Libras al mes. Ni que decir tiene que uno tiene que consolidar un buen sueldo para podérselo permitir. 


Una vez que uno llega a ese punto tiene que recurrir forzosamente a las ayudas públicas para poder asumir esos enormes gastos, lo que aquí llaman "benefits". Estas ayudas consisten básicamente en que el estado te ayuda a llegar a donde tu no llegas con tu sueldo. A estas ayudas recurren una buena proporción de la ciudadanía británica, prácticamente todos los que no tienen ingresos superiores a las 2.000 Libras mensuales. Es decir, que si tu ganas 1.400 Libras, pero pagas 1.000 por el alquiler y los gastos de tu vivienda, te echan una mano pagando un porcentaje de la renta mensual dependiendo, claro está, de tus ingresos y de los que contigo convivan y teniendo en cuenta los gastos generales de la familia en los que incluyen la adquisición de un vehículo, consumo de gasolina, alimentación familiar y todo aquello que estiman fundamental para el normal desenvolvimiento de la vida familiar. Por poner un ejemplo, una familia de papá, mamá y tres niños pueden llegar a recibir más del 50% del coste de su vivienda, además de otras ayudas para los niños en la escuela, con uniformes, libros, comedores escolares, etc. Pero eso sí, todo muy controlado. Aquí en cualquier momento un funcionario te visita en tu casa para comprobar que los datos declarados para obtener esas ayudas son ciertos. No es infrecuente que un vecino denuncie al inclumplidor, por lo que me dicen por aquí. Pero de los benefits en general hablaré en otra entrada, porque tiene miga el asunto.

En resumen. Que lo de la vivienda está complicado y en mi opinión puede hacer tambalearse nuestra intención de quedarnos aquí si no conseguimos un buen trabajo, porque una buena parte de nuestros ingresos se los lleva el sitio donde tenemos que dormir. Tal como me dicen otros compatriotas que llevan aquí años, el primer año es el más difícil, pues sin un buen inglés es difícil acceder a un buen puesto de trabajo y tienes que tragarte lo peor y mal pagado de las cloacas del mercado laboral inglés (que parecía que no y también hay abusos y infraempleos regulados en la Gran Bretaña). Uno tiene que apretarse los machos y coger carrerilla para dar el gran salto que te permita acceder a la vivienda propia (sin compartir quiero decir). Yo en eso estoy, pero aún queda mucha carrerilla que coger para poder tener posibilidades de superar el salto que tenemos que dar para llegar a la siguiente etapa: Vivir como un inglés de clase media más. 

Todo se andará (si me dejan).




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