En el Antiguo Testamento, en lo pasajes donde se describe la Creación se puede leer: "Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo..." (Genesis 2:18).
Esta mañana he comprendido el porqué de este pasaje de la Biblia por que no es bueno que un hombre esté solo cuando me encontré sobre la cama esto:
Pues resulta que esto es una pieza de cama que se utiliza en vez de las mantas. "Paslakan" que diría un sueco. Es más ligera y abriga mucho porque está rellena de plumas de ave palmípeda (pato, oca, cisne, ganso, etc). Pero se utiliza con una funda de tela que hace las veces de sábana ya que el edredón en cuestión no se puede lavar, al menos con agua, lo cual es del todo incompresible teniendo en cuenta que todos esos animalitos tienen muy buena relación con el medio líquido, todos hemos visto felices patos o cisnes o gansos disfrutando del agua ya que las plumas les protegen del frio y de la humedad. Entonces ¡¡¡¡¿¿¿¿Por qué estas plumas no se pueden mojar?????!!!!!! ¿Alguien me lo puede explicar? Yo nunca vi un pato con gabardina. No tiene sentido. Eso por una parte. Pero no es lo peor, no, ni mucho menos. Pues la cuestión es que la funda llena de plumas se tiene que meter dentro de una bolsa enorme de tela, pero claro, yo no vi las instrucciones como hacen los de Ikea con sus muebles, nada de nada y solo mirando me pasé un buen rato intentando dar con un plan que me permitiese albergar alguna esperanza de meter las plumas en la bolsa de tela y que eso siguiese pareciendo algo similar a una manta.
Busqué flechitas, puntos de colores que me indicaran esta esquina amarilla va con esta amarilla y esta verde va con su pareja verde también. Nada. Busqué algunos rieles como los de los cajones que me ayudaran a introducir correctamente la funda de plumas en la bolsa de tela, pero nada, de nada, de nada. Estaba completamente solo ante este desafío que amenazaba con engullirme.
Mi primer intento me animó, no me costó meter el edredón enterito dentro de la bolsa de tela, pero claro al ponerlo sobre la cama tenía el aspecto de una pitón que se acababa de comer un ñu enterito y sin masticar, eso no tenía ningún aspecto de manta, más bien de un saco con un bulto sospechoso dentro.
Llegué a la conclusión unos 20 minutos después que cada esquina del edredón plumífero tenía que coincidir con cada esquina de la funda... para que eso estuviera estirado y cubriera por igual toda la cama. Ahahaaa, lo tenía !!! Me puse a ello:
La cosa tenía su intríngulis y yo no daba con el intríngulis ni me acercaba, vaya. Intentando poner una de las esquinas interiores de la funda con una de las esquinas del plumón me sentí como si un pterodáctilo me estubiera engullendo. Esto no tenía pinta de tener buena solución. Funda nórdica 7 - Fuco 0.
¡ Cuanto se echa de menos a tu compañera! y no lo digo porque necesitara ayuda, nooooo, es un arranque romántico que me ha salido ahora. Yo soy así.
Cuando, 57 minutos después, creí haberlo conseguido, me di cuenta de que el edredón tenía forma de pajarita porque la esquina noroeste estaba alineada con la esquina sureste y la noreste con la suroeste y a eso no se le veía solución.
Me empecé a acordar de los vikingos y de los antiguos habitantes de Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca y las Republicas Bálticas, de sus progenitores de los fundadores de Ikea; abrí la ventana para gritar al mundo que no iré jamás a visitar los Fiordos Noruegos, por mucho que me apetecía hasta ahora, pero es que esta humillación escandinava no la podía aguantar más. Cuando estaba a punto de prender fuego al edredón, a la funda y a la constitución de Suecia me acordé de algo que me dijo mi esposa hace un tiempo. Me arrodillé, hice una oración, fuí al hipermercado a comprar ajos, los metí en la funda y tachán!!!!!
Ahí está. La Funda Nórdica y la perversa malicia escandinava había sido sometida por mi astucia, habilidad y más que nada mi testarudez (todo antes que hacer una conferencia por Skipe para pedirle auxilio a mi conyuja, que poco me faltó, pero el orgullo...)
Feliz, satisfecho, exhausto y orgulloso hice esta foto y se la mandé a mi mujercita por guasap esperando una respuesta que me indicara lo orgullosa que se sentía de su maridito, que con apenas 51 añitos, el solo había cambiado la ropa de la cama, pero no... sería demasiada la dicha.
- Pero hombre, y esas arrugas? Fueron sus palabras.
Apagué el teléfono, entre abatido y rabioso salí a la calle y esperé a que pasara un camión de Ikea para tirarme bajo sus ruedas. Menos mal que aquí no hay un Ikea cerca y que el frío me hizo regresar a casa en escasos minutos y disfrutar de una cama calentita bajo el abrazo suave de las plumas de generosos palmípedos anónimos donantes de plumas para el bien de desdichados emigrantes como yo que se quieren proteger de los fríos británicos.
Boas Noites, Good Night, Buenas Noches, Söta Drömmar
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