No he sido muy prolífero esta segunda mitad de año en el blog. Reconozco cierta cobardía en esto. No han salido las cosas como esperaban y me resulta duro admitir que me he llevado un buen chasco. No me siento responsable del todo, pero una vez más la cuestión me jugó una mala pasada.
A principios de diciembre todo parecía muy, muy negro, tanto que pensaba en regresar, en abandonar, en rendirme.
Pero mi orgullo, mi vergüenza, me impide tirar la toalla y menos que nadie se entere que he fracasado. Y siempre os acabariais enterando y yo el primero y claro, eso no. Apreté los dientes, me sequé las lágrimas y miré hacia adelante, por que detrás quedaba el camino de vuelta que por lo que os expliqué no queríe emprender. Aunque solo sea por orgullo.
Menos de un mes después no es que estén la cosas mucho mejor, pero quizás mi actitud y fe son distintas ahora y miro con más optimismo el futuro.
Esta semana dejaremos esta casita en la que estamos viviendo, demasiado para mi situación laboral actual. Dejaremos el centro del pueblito, nos iremos a un barrio. Dejaremos esta casa climatizada (hace el mismo clima dentro que en la calle). Dejaremos lo agobios por un tiempo y tomaremos un respiro para tomar impulso de nuevo. Ya estamos empezando.
Mientras, en este trance, nos pilla la Navidad. Asique por hoy lo dejo aquí.
Feliz Navidad - Merry Christmas - Bo Nadal
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