Cuando uno viaja aprende de una manera singular, pero me refiero a viajar, cuando uno sale con ánimo de conocer algo más que playas o montañas o monumentos, me refiero a esos viajes en los que el paisaje humano es el que más sabor le da al bocado de nuevas experiencias y paisajes y mucho más intenso es este sabor cuando nos tomamos el tiempo necesario para adentrarnos en una nueva sociedad, como nos está pasando a nosotros en Inglaterra.
Estoy aprendiendo, estoy aprendiendo mucho y espero que eso me valga en un futuro (para eso he venido aquí, más que nada, para aprender). Pero estoy aprendiendo cosas que quería aprender y otras que me van sorprendiendo con mayor o menor agrado cada día.
Aprendo que uno no es nunca lo suficientemente experimentado para agradecer nuevas experiencias, aprendo que ninguna sociedad es mejor que otra, simplemente son diferentes. Aprendo que todo, o casi todo tiene su parte buena y su parte mala (supongo que es lo del yin y el yan), aprendo que es más fácil toparse con el lado bueno de las cosas cuando uno da el lado bueno de si mismo (no siempre funciona). Aprendo que probablemente no es un mal-nacido el desagradecido, pero si que es más infeliz. Aprendo que la estupidez no tiene fronteras. Aprendo que en Galicia, después de todo, no llueve tanto. Aprendo que más vale pájaro en mano que un faisán bajo las ruedas de tu moto. Aprendo que no importa el frío que tengas, siempre puedes enfriarte más. Aprendo que las penas compartidas con tu compañera, son mucho menos que la mitad. Aprendo que uno es mucho más fuerte de lo que pensaba. Aprendo cuanto calorcito dan los buenos amigos y cuanto frío se pasa en la distancia. Aprendo que la nacionalidad, la raza, la condición sexual o la religión casi nunca definen a una persona. Aprendo que una sonrisa abre más puertas que todas las llaves del mundo. Aprendo que el deseo de aprender me hace rejuvenecer cada día. Aprendo que muy pocas veces el esfuerzo y la recompensa son proporcionales. Aprendo que conocer perfectamente un idioma no te garantiza el éxito en la comunicación. Aprendo que no saber una palabra de un idioma no te impide comunicarte con los demás. Aprendo que mi país no es el mejor porque sea el más hermoso, el más rico o el más grande, sino simplemente por que es el mío. Aprendo que "fish and chips" no es lo mismo que pulpo con patatas. Aprendo, sobre todo, que nunca dejaré de aprender y de que cuanto más aprendo más me voy dando cuenta de lo ignorante que soy.
No se si en esta etapa de tu vida aprenderás mucho, pero sin duda estás adquiriendo una gran sabiduría, gracias por compartirla
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